miércoles, 13 de enero de 2016

Una Ítaca para Jujú.

 Ana María Matute (1987). El polizón del Ulises. Barcelona: Editorial Lumen
 Míriam Granados Pérez

Una Ítaca para Jujú

     Todos los adultos guardan en la memoria uno de los primeros cambios en la vida de una persona: el paso de niño a proyecto de adulto; época en que se van cerrando puertas a la fabulosa vida imaginaria de los niños. El polizón del Ulises de Ana María Matute recoge, acertadamente, este momento. La historia que narra “ocurrió hace tiempo, pero la verdad es que lo mismo pudo ocurrir hace cien años, que dentro de otros cien, que ayer, o que hoy” (:9) y no tiene nada de relevancia y mucho de universal.  
     Jujú, el protagonista, es un niño que muestra una ilusión constante por conocer el mar, y está dispuesto hacer todo lo posible para alcanzar su sueño. El desván de la casa mantiene vivo su deseo: se trata de un lugar resguardado y solitario en el que Jujú puede recrear todo un mundo de fantasías marítimas.
     El título de la obra deja entrever una posible analogía con una famosísima obra clásica: La Odisea. Se trata de una adecuación de la historia de Ulises mediante un juego inverso de sueños: Ulises parte del mar y desea llegar a Itaca (la tierra) mientras que Jujú parte de la tierra (su casa) y desea llegar al mar.
     El proceso de metamorfosis que sufrirá el protagonista en el final de la obra es la consecuencia principal de las diversas peripecias de Jujú para conocer el mar. Y, como en la obra homérica, la significación del viaje para lograr lo deseado (el mar) acabará por ser más relevante que la realización del propio sueño tan largamente anhelado.
     La exposición de los acontecimientos, por parte de la autora, es clara y concisa, pues no se debe olvidar al receptor del relato: el niño. Se trata de una narración en tercera persona, con un estilo apropiado y una herramienta de apoyo visual cuidadosamente diseñada por Hugo Figueroa que facilita al lector infantil la comprensión de la historia.
     Pero, lo principal, es que Ana María no se deja intimidar por los posibles lectores juveniles y traza un argumento en el que el componente literario (diversas intertextualidades y múltiples referencias a obras clásicas) emerge de forma natural. La creación de un cuento para niños que reúne forma y contenido altamente literario es una laboral que la autora realiza de forma extraordinaria. El polizón del Ulises es, sin duda, un libro principal en las aulas de primaria que ayuda en la formación de lectores literarios.


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