LA CASA PINTADA
Es una obra de la escritora Montserrat del Amo y
publicada en 1990. Recibió el Premio Nacional, el Premio Lazarillo y Premio CCEI.
En ella nos relata la historia de Chao, un
niño de cinco años que vive en una zona rural cerca de Pekín en una familia de
campesinos. Su abuelo le promete que muy pronto, cuando llegue la primavera, le
llevará con él al mercado de Pekín para vender allí sus productos.
Llega el gran día, y cuando por fin
alcanzan la ciudad, Chao se queda extasiado al contemplar los colores y la
grandiosidad del Palacio del Emperador Huang-Ti. Lo que más le sorprende es el
contraste que se aprecia entre el tono grisáceo y lúgubre que domina la ciudad y
el enorme colorido de la casa imperial, por lo que decide llamarla la casa
pintada.
Cuando vuelve a casa, cuenta a su familia todo
apenado, que no ha podido comprar una casa pintada, a lo que le responde Kum
Tsé (sabio, filosofo, único en la aldea que sabe leer y escribir) que ese privilegio
solo puede tenerlo el Emperador ya que en los colores está encerrado el
universo: el color azul representa el cielo; el verde supone la tierra y la
naturaleza; el blanco encierra el agua en su estado sólido; el amarillo
simboliza el oro y la riqueza; y el rojo, como color del fuego, ejemplifica la
guerra, el poder y la victoria. Chao está convencido de que si conquista los
colores, podrá conseguir la casa pintada. El abuelo lo anima y le dice que
algún día lo conseguirá.
El
día en el que Chao cumple diez años se van todos a Pekín a celebrar las fiestas
de Año Nuevo, allí el niño contemplará un espectáculo de equilibrismo cuyo
ganador podía entrar en el palacio del emperador. Desde ese momento su única meta
será entrenarse para ser acróbata, ganar al año siguiente y poder cumplir su
sueño. Chao comienza a entrenar con su amiga Li creando un número espectacular.
Cuando llega el día, mientras se encaminan a la ciudad, observan a cuatro
personas que han quedado atrapadas en el puente por una riada y utilizando
todos los utensilios que llevan para el concurso, logran rescatar a todos con
vida aunque el puente se rompe y ya no se puede cruzar el rio para ir a la
ciudad. Li se queda en una parte del puente y él en la otra.
No le queda más remedio que volver a casa
y dando un gran rodeo se presenta en el poblado pensando que todo el mundo se
va a burlar de él por su fracaso, pero cuál es su sorpresa que como
reconocimiento a su labor heroica, han pintado su casa de colores haciendo su
sueño realidad. Cada una de las personas salvadas ha ofrecido algo para poder
pintar la casa: un collar de jade convertido en polvo para pintar de verde,
añil para el azul, azafrán para el amarillo y harina de arroz para el blanco.
Chao es el niño más feliz del mundo por haber conseguido, al fin, su sueño.
La
Casa Pintada es una novela con una estructura sencilla, con grandes
ilustraciones y capítulos cortos, está escrita en tercera persona y te atrapa
desde un principio gracias a la increíble tenacidad de Chao por conseguir la
meta que se propone, no obstante, cuando se enfrenta al valor de la vida
humana, no duda ni un instante en darse cuenta de que ésta es mucho más
importante que su sueño, descubriendo que a la meta se puede llegar por caminos
diferentes a pesar de todos los obstáculos que nos vayamos encontrando en el
día a día. Lo más importante es soñar y trabajar para conseguir lo que uno
ansía.
Creo que es una historia bonita para que a
los niños se les transmitan valores muy significativos como el empeño, el
esfuerzo, la valía, el trabajo duro…Chao simboliza todo esto consiguiendo lo
que se ha propuesto y rompiendo con los límites establecidos, no se echa para atrás
por que sea de origen campesino, al contrario, confía en sí mismo y sabe que
puede conseguir todo lo que se proponga.
La Casa Pintada
nos describe como es la cultura oriental, el exotismo de sus fiestas y
costumbres, para que podamos conocerla, valorarla y respetarla, aunque sea
distinta de la nuestra y cómo la sabiduría de las personas mayores es muy
estimada por todos los miembros de la familia. También se valora la amistad que
tienen Chao y Li representando la fortaleza necesaria para lograr su meta.
Para concluir, diría que es una obra amena
y divertida que trata de inculcar a los niños lo importante que son sus sueños ya
que pueden hacerse realidad mediante el esfuerzo y la dedicación. Que no hay
que tener miedo al fracaso ni tampoco rendirse, lo importante es conseguir el
objetivo marcado.
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