RESEÑA: Memorias de una vaca
Sandra Pérez Biedma
LA FORMACIÓN DEL LECTOR LITERARIO EN LA
EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA Y EL BACHILLERATO
La obra que vamos a reseñar se titula Memorias de una vaca y está escrita por Bernardo Atxaga, pseudónimo de Joseba Irazu Garmendia. Este escritor vasco se licenció en Ciencias Económicas, pero a principios de la década de los años 80 comenzó a dedicarse exclusivamente a la literatura. Sus obras abarcan diferentes géneros (cuentos, novela, poesía y ensayo) y son escritas y publicadas en vasco, aunque él mismo las traduce también al castellano. Bernardo Atxaga tiene el mérito de ser el autor más leído y traducido de la lengua euskera.
Memorias de una vaca fue publicada en 1992 por la editorial El Barco de Vapor. Nosotros hemos trabajado con la edición 36ª que consta de 170 páginas y fue publicada en marzo de 2010. La obra de Bernardo Atxaga trata sobre la vida de una vaca que decide narrar sus memorias. A lo largo de la novela podemos ver como Mo, que así se llama la vaca, nos narra las aventuras que ha vivido a lo largo de su vida. Mo pretende demostrar que: «no hay cosa más tonta que una vaca tonta». Sin embargo, demuestra ser una vaca negra muy inteligente que en numerosas ocasiones recibe consejos de una voz interior que ella denomina “El Pesado”. Al principio de la obra deja patente que no está contenta de ser una vaca, prefiere ser un caballo o un gato porque considera que las vacas son tontas y solo se preocupan de pastar en el campo. En la novela, Mo narra su nacimiento en Balanzategui, su relación con el resto de vacas, su amistad con La Vache (que resulta ser una vaca inteligente) y la relación tan especial que le une con Soeur Pauline Bernadette, dicha relación trascurre en el presente de Mo, aunque a lo largo de la obra nombra a esta monja en varias ocasiones.
Desde el comienzo de la novela hasta el final podemos ver cómo Mo va evolucionando y madurando. De este modo, se va dando cuenta de la situación que le rodea, descubriendo los movimientos de los maquis y de Gafas Verdes y sus secuaces, siempre con la inestimable ayuda de El Pesado, su voz interior que le hace reflexionar sobre sus decisiones y pensamientos. En la relación con esta voz, creo, podemos ver la maduración de Mo, porque en un primer momento la ignoraba y la consideraba cansina, mientras que al final de la obra tienen sus opiniones más en cuenta y reconoce su labor orientadora.
Memorias de una vaca está dividida en 9 capítulos con títulos que resumen de forma clara y concisa el tema o los temas de los que tratará cada capítulo. En la obra podemos ver numerosos refranes y algunas canciones, así como la particular forma de hablar de Soeur Pauline Bernadette. Es muy importante conocer que la obra se sitúa en el País Vasco durante los primeros años de la posguerra española, de modo que se hacen referencias a las posibles batallas que se libraron allí en esa época y a la situación de opresión y continua vigilancia a la que eran sometidas muchas familias. El tema de la posguerra española aparece de forma muy sutil, pues debemos tener en cuenta que la obra va dirigida a jóvenes de unos doce años, así que me parece una forma inteligente y adecuada de tratarlo e introducirlo en clase. Mo analiza a varios personajes, tanto humanos como animales. Ningún acontecimiento escapa de su análisis, lo que le lleva a saber lo que está ocurriendo en su establo y por ende, en la sociedad vasca. De esta manera, la obra puede hacer reflexionar a sus lectores transportándolos al mundo rural vasco durante la época de posguerra.
Considero que el léxico de la obra es sencillo, con onomatopeyas, diálogos constantes, humor y con figuras retóricas sencillas. Pero también hay cuestiones estilísticas más complejas como la narración, que simula ser escrita por Mo sobre la marcha, y la incorporación de flashbacks. Otro recurso que genera complejidad son los fragmentos intercalados de Mo con Bernardette.
Para finalizar, Memorias de una vaca me parece una obra interesante para trabajar en clase y para recomendar a alumnos que cursan el primer ciclo de ESO. Presenta cuestiones referentes al estilo complejas, pero considero que no lo suficiente como para que los jóvenes no puedan descifrarlas o no comprendan el mensaje general de la obra. El léxico es sencillo, con pocas descripciones y muchos diálogos, lo que puede facilitar la lectura. Bernardo Atxaga escribe una obra con un mensaje aparentemente sencillo pero con un gran trasfondo político y social que puede suscitar complejidad a la par que interés, además, trata no solo el tema de la posguerra civil española, sino también la tolerancia, el maltrato animal, el crecimiento personal, la soledad, la venganza…, estamos ante una obra con infinidad de posibilidades didácticas.
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