jueves, 14 de enero de 2016

El apestoso hombre queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos



Reseña de EL APESTOSO HOMBRE QUESO Y OTROS CUENTOS MARAVILLOSAMENTE ESTÚPIDOS
            La obra que vamos a reseñar a continuación es un álbum ilustrado, se trata de El apestoso hombre queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos. Su autor es Jon Scieszka; las ilustraciones son de Lane Smith; y se publicó en diciembre de 2004 a través de la Editorial Thule y dentro de una colección titulada “Trampantojo”.
            El apestoso hombre queso... es una recopilación de diez cuentos tradicionales y conocidos –algunos de ellos- pero contados de un modo nada convencional. Ni el comienzo de las historias, ni sus nudos, ni sus desenlaces son los esperados, en ocasiones, faltan algunas de estas partes incluso.
            Desde la primera página de este libro, el autor mantiene un diálogo con el lector y lo implica en la lectura de la obra advirtiéndole que es una ganga y que no lo deje escapar, que lo compre ya. Pero no solo eso, sino que también durante los cuentos, el narrador, Juan, se refiere al tu lector en numerosas ocasiones.
            Bajo mi punto de vista, esta obra no resulta convencional por diferentes motivos. Para empezar, hay un cuento antes de la portada, uno en el que una gallina se cuela dentro del libro; la dedicatoria está al revés; el propio autor advierte que las autoridades sanitarias no recomiendan estas historias por estúpidas y por ser perjudiciales para la salud; el índice se cae encima de los personajes de uno de los cuentos; los protagonistas de los cuentos se “van” del libro; la tipografía es cambiante según el cuento, puede ser gigante, enana, encoger a medida que avanza el texto o repetir la misma frase una y otra vez hasta que se acaba la página...
            El apestoso hombre queso... es un álbum muy recomendable para niños de unos siete u ocho años, ya que el autor, Jon Scieszka, hace un gran trabajo a la hora de versionar cuentos populares. En este caso, por ejemplo, Caperucita no lleva su conocida capa con capucha, sino unos pantalones rojos que le hacen ser más rápida que el lobo; o la princesa no debe notar un guisante bajo muchos colchones, sino que el príncipe coloca una bola de bolos para que ella la note fácilmente y así, casarse con ella; esta vez el patito feo sigue siendo feo al final del cuento; la tortuga y la liebre nunca terminan su peculiar carrera... El último cuento es el más largo y es el que da nombre al libro. No se trata de una historia conocida, pero su final tampoco es el esperado porque el protagonista acaba derretido dentro del río.
            Es conveniente que los niños conozcan las historias “de verdad” o populares en los que están basados los cuentos de este libro, para que entiendan la ironía de los finales alternativos y también comprendan que estos no siempre son felices. Es decir, que el intertexto lector juega un papel importante en la actividad lectora de este álbum ilustrado.

            En conclusión, se trata de una obra graciosa y divertida, que los niños pueden leer fácilmente y que gracias también al trabajo del ilustrador, Lane Smith, pueden entender a la perfección, ya que los dibujos son significativos. En mi opinión, es muy recomendable para los niños a los que les gusta leer y, también para aquellos a los que no les gusta, porque les va a atraer la atención desde la primera página.  


María López Pinedo             

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