Reseña
de EL APESTOSO HOMBRE QUESO Y OTROS
CUENTOS MARAVILLOSAMENTE ESTÚPIDOS
La obra que vamos a reseñar a
continuación es un álbum ilustrado, se trata de El apestoso hombre queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos.
Su autor es Jon Scieszka; las ilustraciones son de Lane Smith; y se publicó en
diciembre de 2004 a través de la Editorial Thule y dentro de una colección
titulada “Trampantojo”.
El
apestoso hombre queso... es una recopilación de diez cuentos tradicionales
y conocidos –algunos de ellos- pero contados de un modo nada convencional. Ni
el comienzo de las historias, ni sus nudos, ni sus desenlaces son los
esperados, en ocasiones, faltan algunas de estas partes incluso.
Desde la primera página de este
libro, el autor mantiene un diálogo con el lector y lo implica en la lectura de
la obra advirtiéndole que es una ganga y que no lo deje escapar, que lo compre
ya. Pero no solo eso, sino que también durante los cuentos, el narrador, Juan,
se refiere al tu lector en numerosas ocasiones.
Bajo mi punto de vista, esta obra no
resulta convencional por diferentes motivos. Para empezar, hay un cuento antes
de la portada, uno en el que una gallina se cuela dentro del libro; la
dedicatoria está al revés; el propio autor advierte que las autoridades
sanitarias no recomiendan estas historias por estúpidas y por ser perjudiciales
para la salud; el índice se cae encima de los personajes de uno de los cuentos;
los protagonistas de los cuentos se “van” del libro; la tipografía es cambiante
según el cuento, puede ser gigante, enana, encoger a medida que avanza el texto
o repetir la misma frase una y otra vez hasta que se acaba la página...
El
apestoso hombre queso... es un álbum muy recomendable para niños de unos
siete u ocho años, ya que el autor, Jon Scieszka, hace un gran trabajo a la
hora de versionar cuentos populares. En este caso, por ejemplo, Caperucita no
lleva su conocida capa con capucha, sino unos pantalones rojos que le hacen ser
más rápida que el lobo; o la princesa no debe notar un guisante bajo muchos
colchones, sino que el príncipe coloca una bola de bolos para que ella la note
fácilmente y así, casarse con ella; esta vez el patito feo sigue siendo feo al
final del cuento; la tortuga y la liebre nunca terminan su peculiar carrera...
El último cuento es el más largo y es el que da nombre al libro. No se trata de
una historia conocida, pero su final tampoco es el esperado porque el
protagonista acaba derretido dentro del río.
Es conveniente que los niños
conozcan las historias “de verdad” o populares en los que están basados los
cuentos de este libro, para que entiendan la ironía de los finales alternativos
y también comprendan que estos no siempre son felices. Es decir, que el
intertexto lector juega un papel importante en la actividad lectora de este
álbum ilustrado.
En conclusión, se trata de una obra
graciosa y divertida, que los niños pueden leer fácilmente y que gracias
también al trabajo del ilustrador, Lane Smith, pueden entender a la perfección,
ya que los dibujos son significativos. En mi opinión, es muy recomendable para
los niños a los que les gusta leer y, también para aquellos a los que no les
gusta, porque les va a atraer la atención desde la primera página.
María López Pinedo
María López Pinedo
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